
Lugares emblemáticos
La línea Pau – Canfranc – Zaragoza cruza muchos lugares únicos. ¡Te invitamos a descubrir los más destacados en esta página que te ofrece un preludio para tu próximo viaje!

El Viaducto y el Puente metálico de Escot
El Puente metálico de Escot junto con el viaducto son unas de las obras más importantes a lo largo de toda la línea.
El puente y el viaducto se realizaron en 1909 con una longitud de 99 m. Se considera como la puerta de entrada al valle de Aspe. Respeto al estado de las obras, se realizó una reestructuración con hormigón que redujo la autenticidad de esta obra.
El puente metálico de Escot sufrió grandes daños durante la segunda guerra mundial habiendo sido escenario de múltiples conflictos.

El Viaducto de Cenarbe

Estación Internacional de Canfranc
La estación Internacional de Canfranc es el elemento más representativo del patrimonio arquitectónico y es la identidad de la línea ferroviaria Pau-Zaragoza. A nivel europeo es la segunda estación más grande (después de la de Leipzig).
El patrimonio de la Estación y su reconocimiento arquitectónico fue objeto de debate a nivel internacional. Su valor patrimonial ha sido objeto de protección por parte del Gobierno de Aragón y la importancia paisajística del conjunto ferroviario merece un reconocimiento global a nivel internacional.
La estación de Canfranc es la estación más importante dentro del Proyecto Transpirenaico. Forma parte del proyecto de creación de un paso fronterizo a través de los Pirineos para comunicar España con Francia. Se considera como la puerta de entrada que cruza la barrera natural e histórica de los Pirineos. La ubicación de la estación en territorio español, en medio de una alta y escondida montaña, ha contado con el apoyo firme y decidido del Gobierno de Aragón, tanto por razones políticas coomo simbólicas. Situada en el corazón de los altos Pirineos, con sus 2.500 m de altura ha desafiado todas las barreras naturales y topográficas.
La estación se extiende a lo largo de una superficie de 18 hectáreas y es el resultado de un impresionante proyecto de ordenación del territorio. El proyecto de construcción conllevó el desvío del río Aragón, la construcción de una meseta artificial, la construcción de antialudes a 2.400m de altitud, la implantación de 7 millones de especies diferentes de árboles de pino para prevenir las avalanchas, 66 kilómetros de senderos de montaña, la construcción de un edificio de viajeros y de otros edificios y espacios auxiliares.

El edificio de pasajeros
El edificio de pasajeros destaca por su desarrollo longitudinal, que se articula en tres volúmenes destacados en altura, que se sitúan en sus extremos y en el centro. En el edificio central se alojaban las taquillas y en las alas laterales las aduanas, la oficina de correos y un hotel internacional.
Los dos pisos del cuerpo se abren mediante arcos de medio punto a la zona de las vías y sobre estas dos galerías, se abre una nueva teoría de vanos abuhardillados en la cubierta apizarrada, que denota la clara influencia de la arquitectura francesa.
Ambas fachadas del edificio son idénticas y orientadas hacia la vía de ferrocarril. Aunque en origen la construcción de la estación es moderna, propia de la época de la primera guerra mundial, el edificio en su interior destaca por su estilo ecléctico típico del siglo XIX.
El estado de conservación, tanto del edificio principal de la estación como de los edificios anexos, es muy escaso. Sólo el lienzo del edificio principal ha sido restaurado, para permitir una mejor protección contra la nieve.

Túnel de Somport
La excavación del túnel de Somport empezó en 1908 y terminó en 1912. Inaugurado en 1915, el túnel no sólo tiene un valor técnico y arquitectónico, sino también un impresionante valor simbólico. Este túnel representa un paso importante para las fronteras europeas.
El túnel mide 6 metros de altura con pendientes de hasta el 34 %. La estructura arquitectónica de la entrada del túnel en la parte francesa es majestuosa.
En 1984 fue declarado Bien del Patrimonio Nacional en Francia.